Recargándome

Esta canción hoy me ha transportado a unos viejos tiempos de añoranza juvenil y me ha desconectado de un mundo adulto lleno de preocupaciones que en su mayor parte podrían considerarse absurdas. Pero inevitablemente me tientan y me provocan tanto que acabo exhausto.

La canción la he escuchado mientras entraba una fresca brisa por la ventana de mi habitación y fijaba la vista en el sol radiante de las cinco, ya algo bronceado. Este entorno me devuelve al mundo sencillo y natural para el que siempre busco tiempo para relajarme.

Parece que cuando te sientes más libre no paran de aparecerte cantidad de tentaciones que buscan un poco de tu ánimo expansivo tan contagioso. Es mío! Dejadme malditas! Sí, malditas... Mi libertad es mi bien más preciado y no quiero tener que preguntarme si lo que hago le gusta a alguien o no.

Hoy declaro que los viernes por la tarde están dedicados a recuperar energías, meditar y recomponerme en serenidad. Y si hay algo que sé desde hace tiempo es que la ficción que nos gusta (literatura, cine o teatro) es la que nos recarga porque es nuestro refugio conocido que nos da los estímulos que necesitamos. Esta canción es uno de mis estímulos.