El otro día un amigo me preguntaba por la necesidad de la humildad como incapacidad, entendía él, de reconocer abiertamente los propios méritos. Yo le dije que a menudo es una cuestión de tono. Según el tono o es un vacileo o es seguridad en uno mismo. Aun así hay factores como atenuantes como la envidia. Ostentar, riqueza tanto física, cultural, sentimental, logros personales, etc. produce envidia además de que autobombearse resulte socialmente poco elegante. ¿Porque si ya lo sabes tú para que quieres que los demás te reconozcan? Lo más inocuo y simpático que se puede decir ante la gracia ajena es "me alegro mucho por ti" aun cuando no sea siempre sincero.
La humildad sirve para reconocer que aunque estés triunfando sigues sin ser nadie y todo puede ir estrepitosamente mal en este mundo caótico y aleatorio. Sirve para acercarte a los demás sin ser condescendiente, ni hacer sentir a los demás eclipsados por tu éxito o fuerza. Pero en realidad, si tuviera que dar una verdadera razón patra ser humilde, diría que nos sirve para seguir aprendiendo, porque es la única condición indispensable para no estancarse y seguir creciendo y desarrollarse.
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ResponderEliminarNo sé si la humildad es una cualidad, actitud, aptitud... pero en su justa medida es positiva.