No puedo decir que me haya sorprendido haber escuchado la muerte de Osama Bin Laden. En cambio si puedo decir que me ha sorprendido que simplemente lo hayan matado de un tiro en la cabeza, sin más detalles. Las fotos divulgadas de su cuerpo, al parecer, son una falsificación o una manipulación. Con lo cual no hemos visto el cadáver y tan solo tenemos que creérnoslo que lo han asesinado. Pero la palabra "asesinar" no es utilizada cuando de terroristas tan perseguidos nos referimos. ¿Quiere decir esto que realmente no lo está? Quién sabe, pero de ser así ya se han encargado de lanzarlo al mar para evitar que más gente lo vea.
Muchos estadounidenses han salido a la calle a celebrarlo ondeando y besando con orgullo banderas de EE.UU bajo el grito de que por fin se había hecho justicia. Y yo que creía que la justicia tenía lugar ante los tribunales. Matar a un asesino sin un juicio justo, por muy peligroso y razonablemente odiado que sea, no deja de ser también una represalia, una venganza. No ha sido así con los españoles que también sufrimos de un brutal atentado. Nosotros solo salimos para besar banderas con los triunfos deportivos. Pocos entrevistados españoles y desde luego no tan entusiastas con la noticia. Uno de ellos, afectado directamente por el atentado, se preguntaba hoy por qué no lo han capturado en lugar de matarlo. Y esta a mi me parecía una pregunta clave apenas abordada. ¿No sería mucho más beneficioso vivo que muerto para conseguir información sobre la banda terrorista y así poder desarticularla? ¿Por qué no se han dado explicaciones? Si como dicen los medios de comunicación, este asalto, preparado durante meses, tuvo lugar por el grupo militar mejor preparado del ejército estadounidense, ¿cómo es posible que no lo capturasen con vida? Es evidente que tienen muchísimos medios para ello, así que es muy fácil dudar de que fuese un accidente o aceptar que fue asesinado por resistirse.
Mi teoría es que primero lo capturaron, luego lo torturaron y finalmente fue asesinado. Las fotografías revelarían esa tortura y por ello o no se han realizado o no han querido ser mostradas. Si no tuviesen nada que esconder, la imagen de su cadáver mostraría la fuerza y justicia del país más poderoso, como las cabezas en estacas de los traidores a la corona en edades anteriores. La muerte de Bin Laden es simbólica, como es simbólico el ascenso al poder de un no-blanco, un mestizo porque de negro no tiene nada. Quizás, con Bin Laden, han querido evitar la polémica que tuvo lugar con el proceso de "ajusticiamiento" de otro de los grandes villanos de los últimos años, Sadam Hussein, porque el nuevo gobierno demócrata quiere dar una apariencia más humana. Pero ya sabemos por Guantánamo, que aun no ha sido cerrado, que EE.UU. no es muy dado a respetar los Derechos Humanos y más cuando se trata de terroristas. No he visto muchas objecciones ni preguntas, tan solo felicitaciones. En fin, ¿qué hay que celebrar? ¿Que le hayan la arrancado la cabeza a un monstruo donde estaban las respuestas para evitar que le creciese otra quizás mucho peor? Porque eso es lo que va a suceder.
El odio de Oriente a Occidente encuentra su raíz en el colonialismo y poscolonialismo histórico y actual, en seguirnos creyendo que somos los amos y señores del mundo (no los lameculos europeos que olemos a hipócrita sofisticación paternalista y autocompasiva) sino a esos estadounidenses que quieren dar lecciones a todo el mundo sobre cualquier materia. Ni me alegro, ni puedo decir que sea un avance el asesinato del asesino Osama Bin Laden. Ha sido sobre todo un triunfo simbólico, para el alivio psicológico del imaginario inconsciente y colectivo de los más afectados.
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