Hacia una épica minimalista. Las pequeñas conquistas construyen un gran reino.

jueves, 5 de julio de 2012

Hago cosas ya: el espíritu del blog

Una vez conocí a un chaval en el máster que tenía de nombre de correo electrónico "hagokosasya". Este tipo se las daba de vividor y bohemio. Era un gran mentiroso declarado, tendía a la exageración como recurso teatral, le gustaba escribir poesía y hacer espectáculos. En fin, lo que se dice popularmente un personaje, un "héroe del absurdo" se decía él, que hacía de su narcisismo una tesina.

En cierto sentido, tengo que reconocer que llegué a admirar a este tipo porque si algo había de cierto en él era que hacía muchas cosas. Él, como tantos otros, había sido quemado por el Sol en un intento de llegar muy alto, pero se había alzado de nuevo desde sus cenizas. Pasarse mucho tiempo expuesto a una mujer, sobre todo muy cerca de ella, puede quemarte, pero ¿a quien no le gusta notar la calidez del Sol en la piel? Sin ellas, la vida sería una tortura.

El efecto de estos Ícaros como yo y como él es a menudo una poderosa resurrección que nos hace perder muchos miedos importantes para la mayoría pero ya superficiales para nosotros que hemos estado en el abismo. Ello nos impulsa a sentir que la vida son dos días y que hay que aprovecharla al máximo y quizás no preocuparnos tanto por la ética o convencionalismos sociales que a menudo coactan nuestras ansias de volar y sernos fieles.

Este año he empezado a cumplir mis objetivos y deseos más ocultos y por eso el pequeño Fénix ha crecido. Algunos de ellos son:

1. Aprobar el Máster de Estudios comparados de arte, literatura y pensamiento realizando a mi manera el trabajo de investigación sobre el debate no resuelto de la eutanasia. Toda una defensa encarnizada delante de un tribunal carcamal y prehistórico.

2. Aprobar el primer año de Educación social, la profesión de mi futuro con el bagaje de un verdadero humanista.

3. Aprobar el cuarto curso de la EOI de inglés tras no haber dado prácticamente un palo al agua. O quizás me menos precie.

4. Reconstruir la Fiesta Mayor de mi bario, el barrio de la Concordia. Este es el éxito del que me siento más orgulloso porque no es una cosecha académica, como estoy acostumbrado y ya casi ni valoro. Y seguir trabajando e proyectos para el desarrollo social del barrio.

5. Seguir trabajando en la tienda de mi padre de coches de segunda mano, llamada en mi honor Automóviles Isaac, y empezar a investir económicamente en al compra-venta para tener mayores beneficios. Mi sustento económico aunque no sea mi vocación.

Y ahora estoy diseñando el verano y el próximo año con nuevos retos cada vez más aventureros y exploradores. Hago cosas ya, no puedo estarme quieto y cada día tiene que ser un nuevo reto, descubrimiento y aventura. Fantástica rutina, exploración minimalista en el paisaje de siempre explotando lo baldío para reverdecer desiertos.

Si seguís mi blog. diario personal, difusor de crítica social y cultural y humor, lo sabréis en breve.

3 comentarios:

  1. me alegro mucho de tus aspiraciones experimentales de la vida, absorver todo lo que se pueda además con mucho tino en tus decisiones, son temas útiles. (hay gente que se pone retos menos útiles, como por ejemplo, aguantar las máximas copas o chupitos, superar a alguien en ello y demás...)
    También espero que esas ansias no se apaguen, si acaso por una mujer, que ya que tocas el tema, suele actuar como llama, o como agua para esta... depende.jaja
    Asique, ánimo¡¡

    Un abrazo

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  2. ansias por una mujer?? eso se consigue sin esfuerzo. Mis éxitos las atraem como polillas al fuego .pn

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