Sensación de luminiscencia, mucha luz en mis ojos. Estado de sueño tras la ducha para mitigar el cansancio postfestivo. Sensación de tranquilidad falsa, de tedio limpiado, de embotamiento y lentitud en el proceso ¡de de de escritura mismo! Recepción de los rayos del sol como revelación divina, caldeamiento, estancamiento y paro. Hieratismo facial. Miembros relajados, muy, muy relajados, amuermamiento extendido. Comunicatividad cero. Inconsciencia, anulación de todo tipo de angustia. Creencia de que no durará más allá de la siesta.
Erratismo mental, zombificación celebrada.
Comienza nuevo año como acabó el anterior. Que se acabe ya la puta Navidad y su paripé festivo-familiar opulento y empalagoso.
¡Que vuelva la fantástica rutina!
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