Un ocell se'n va volant
No desitjava ningú. Només estar allà on fos en calma, amb un somriure a a la boca
Hacia una épica minimalista. Las pequeñas conquistas construyen un gran reino.
viernes, 9 de enero de 2015
viernes, 31 de octubre de 2014
lunes, 15 de septiembre de 2014
Breaking bad: God and Evil
Con una mano construye, con la otra arrasa. Dios y Diablo, dos caras de una misma moneda que no para de girar siempre huyendo de la mediocridad
jueves, 4 de septiembre de 2014
El fin del eterno retorno del Fénix
"Ay, en qué lugar del mundo se han cometido tonterías mayores que entre los compasivos? ¿Y qué cosa en el mundo ha provocado más sufrimiento que las tonterías de los compasivos?
¡Ay de todos aquellos que aman y no tienen todavía más altura que su compasión!
Así me dijo el demonio una vez:"También Dios tiene su infierno: es su amor a los hombres"
Y hace poco le oí decir esta frase: "Dios ha muerto. A causa de su compasión por los hombres ha muerto Dios".
Y en su última resurrección el Fénix se dio cuenta que la inmortalidad era una condena. Tener que recordar el sufrimiento de todas las caídas y levantar a sabiendas de que volvería a suceder. E hizo un pacto con el demonio antes de echar el vuelo de nuevo y así le dijo el Fénix:
- Te devuelvo mi inmortalidad a cambio de no más caídas.
Y el demonio le contestó:
- Mientras brilles en el cielo encontrarás quien quiera derribarte. Lo que tu me quieres dar no es tu inmortalidad, sino tu compasión por los demás.
- ¿No puedo proteger mis llamas mientras ame?
Y entonces Dios dijo así al Fénix:
- Ningún Dios brilla solo eternamente. Solo puedes ser verdaderamente inmortal si sigues existiendo en los demás.
Y finalmente el demonio y el Fénix comprendieron:
- Tu deseo de existir en los demás será tu caída. Tu existencia en los demás es verdaderamente real cuanto menos los deseas. Nadie se queda mucho con los caídos y al final son olvidados.
Y Dios desapareció y el Fénix se dijo en conclusión a sí mismo:
- Las quemaduras que inflijan las llamas de mis alas libres no serán más el motivo de mi caída.
El ave concentrada solo en su libre vuelo nunca habrá de temer la tierra ni a ninguna otra ave.
¡Ay de todos aquellos que aman y no tienen todavía más altura que su compasión!
Así me dijo el demonio una vez:"También Dios tiene su infierno: es su amor a los hombres"
Y hace poco le oí decir esta frase: "Dios ha muerto. A causa de su compasión por los hombres ha muerto Dios".
Y en su última resurrección el Fénix se dio cuenta que la inmortalidad era una condena. Tener que recordar el sufrimiento de todas las caídas y levantar a sabiendas de que volvería a suceder. E hizo un pacto con el demonio antes de echar el vuelo de nuevo y así le dijo el Fénix:
- Te devuelvo mi inmortalidad a cambio de no más caídas.
Y el demonio le contestó:
- Mientras brilles en el cielo encontrarás quien quiera derribarte. Lo que tu me quieres dar no es tu inmortalidad, sino tu compasión por los demás.
- ¿No puedo proteger mis llamas mientras ame?
Y entonces Dios dijo así al Fénix:
- Ningún Dios brilla solo eternamente. Solo puedes ser verdaderamente inmortal si sigues existiendo en los demás.
Y finalmente el demonio y el Fénix comprendieron:
- Tu deseo de existir en los demás será tu caída. Tu existencia en los demás es verdaderamente real cuanto menos los deseas. Nadie se queda mucho con los caídos y al final son olvidados.
Y Dios desapareció y el Fénix se dijo en conclusión a sí mismo:
- Las quemaduras que inflijan las llamas de mis alas libres no serán más el motivo de mi caída.
El ave concentrada solo en su libre vuelo nunca habrá de temer la tierra ni a ninguna otra ave.
martes, 18 de marzo de 2014
lunes, 27 de enero de 2014
Tricicle: Yo quiero ser así a sus edades
"Afortunado el hombre que se ríe de sí mismo, ya que nunca le faltará motivo de diversión"
viernes, 13 de diciembre de 2013
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