Más allá: sincronizaciones

Carl Gustav Jung hablaba de que a veces ocurren casualidades aparentes que no sabemos cómo explicar. Él las llamaba sincronías. Esta mañana me han ocurrido tres y las voy a exponer de menor a mayor en grado de relevancia:

1. Hablaba en el coche con una amiga sobre el ser egoísta y no querer pasarse de bueno y hacerlo todo tú refiriéndose a otra chica que tiene que trabajar casi por ocho personas. Y unas horas más tarde otro amigo me ha comentado que yo debería ser más egoísta porque soy un Hombre Puente, una especie de Cupido Social, con un don especial para unir a los demás, pero quedándome yo al margen de esa unión y de la felicidad que conlleva. Esto es solo una casualidad muy tonta, vale, pero leed la siguiente y sobre todo la tercera.

2. El otro día iba a la manifestación en contra de los recortes en educación con unas amigas y apareció un buen amigo que ellas no conocían. Yo sé que mi amigo es un tío bastante atractivo pero tímido y pensé que podría gustarle a cierta chica en quien tengo cierto interés desde hace tiempo. Hoy ha sucedido que esta chica me ha comentado que le gustó mi amigo y yo, como buen hombre-puente gilipollas, le he dicho que él sintió lo mismo y ya les haría de celestina. "Si no puedes ser tú feliz, al menos alégrate porque ayudas a otros a serlo", me he dicho entonces. Heroico y penoso, ese soy yo. En fin, tampoco es una gran sincronía: chico guapo, chica guapa: lógica o intuición diréis. Y eso que en estos temas tengo mi sentido del amor atrofiado. Pero esta si va de verdad.

3. La tercera es que tras hacer una excelente exposición sobre que la muerte no debería ser un tabú y discutir con una compañera que debería poder hablar sobre ella con normalidad porque no la va a atraer, salgo de clase y me entero de que ha muerto la hermana de una amiga.

¡Es como para hacerse supersticioso!

A veces creo que la vida intenta decirme algo y no pillo ni una o quizás es que busco tan desespeeradamente un sentido a todo que ya veo fantasmas en cualquier parte.