1. Lunes. La profesora de ciencia, quien ha hecho una presentación de quince minutos sobre la estupidez de estereotipar a la gente de ciencias y la de letras, finalmente se sitúa como alguien de ciencias, nos llama a los de letras incapaces de hacer ciencias (que somos la gran mayoría de la clase) y dice que los que entran en la universidad por una vía que no sea la selectividad es por la puerta de atrás (que son al menos 1/3). Es decir unos enchufaos. Tras poner un power point lleno de faltas de ortografía me pregunta:
-A ver tú. ¿Qué es la vida?
-¿Quién yo?
- Sí tú.
- La vida es sueño.
Un rato después una compañera me comenta entre risas:
-¿Cómo le vacilas a la profe no?
- Nah...Tengo un espíritu crítico.- comento con falsa solemnidad.
2. Martes: Seminario de Teorías de la educación. Buscando un vídeo con las compañeras de clase sobre el trabajo en equipo de una comunidad que quiere el bien común. Revisamos youtube para poner el vídeo de Homer construyendo un casino cuando hace de misionero para escapar de la deuda que tiene con la televisión pública de Springfield. No lo encontramos pero nos pasamos la hora haciendo el capullo recordando escenas de los Simpsons a través de youtube.
3. Miércoles: Un simple comentario de un desconocido de clase que me alegró el día. "Me gusta. Tú siempre le pones la nota de humor a la clase."
4. Jueves: Trabajo en grupo. Tenemos que estudiar el plano socio-afectivo en psicología sobre la vivencia de la muerte en grupos de 4. Una compañera con tono siniestro me dice: "En realidad yo en lo que estoy interesada es en lo que hay después en la muerte...". Y le respondo: "No creo que haya muchos estudios muy científicos sobre ese tema en el plano socio-afectivo...". Una perspectiva muy halagüeña de cómo irá el trabajo con esta chica.
Una hora más tarde, soy el único tío en un banquete con un montón de comida y rodeado de 30 finlandesas de 1,80 rubio-platino de Helsinky y diversas compañeras de educación primaria con 18-20 añitos. Todas me preguntaban si había ido allí a ligar y observaban mis movimientos como si fuera un chacal. Me puse las botas... a comida. Al menos practiqué inglés.
5. Viernes: Haciendo el perrito en el gimnasio de clase (ejercicio obligado). Veredicto: "Sembles un gosset travestit". Una hora más tarde, volviendo con unas compañeras hacia el párking. ¿Cuántas razones hay para que una mujer guapa te diga que la has salpicado con tu paraguas en la cara y mientras te sonríe y acaricia su paraguas te comente que el suyo está blandito y suave?
Un minuto más tarde otra me comenta: ´
- Creo que la tía que te abrazó el otro día te va detrás (ni que decir tiene que uno ya lo sospecha)
- Qué le vamos a hacer...- contesto con falsa resignación.
- Qué le vamos a hacer ¿no?- contesta con ironía la chica que acaricia su paraguas.
- Uy, los abrazos, sonrisitas y miraditas son muy engañosos.- le respondo con una sonrisita.
¡El pequeño fénix se ha reencarnado en todo un prohombre!
ResponderEliminar