Hacia una épica minimalista. Las pequeñas conquistas construyen un gran reino.

miércoles, 6 de julio de 2011

La llamada de la luna

“-¿Y cuando será el incendio?- escribió buscando provocar al lector desde el principio.
El folio era un océano de pureza desértica en su sombrío escritorio. Se encendió un cigarro y miró por la ventana mientras jugueteaba con el mechero entre sus dedos. La luna desprendía un resplandor bermejo que bramaba en la negrura. A su alrededor, reinaba un silencio tan vacuo como el abismal papel que se extendía ante él.
De pronto, un impulso maníaco le hizo enganchar el folio a la ventana. Volvió a formular de nuevo la pregunta: “¿Y cuando será el incendio?” Y el mechero se encendió solo. La llamada de la luna se convirtió en una sedienta provocación incontrolable que reclamaba ser brutalmente saciada. El inexperto escritor blandió su mechero encendido y lo sacudió dando flamígeros latigazos por toda la habitación.”

Escrito e inspirado en el día de la luna roja.

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