Tal vez si hubiera preguntado dónde, ahora no tendría que buscarla por todos los parques de Barcelona. La conocí mientras hacía de extra en un cortometraje sobre zombis. Era ella la joven perseguida y yo un vulgar muerto de entre una multitud de descerebrados. Pero finalmente fui el único que tuve cerebro para pedirle de salir.
-Voy a menudo a leer a un parque de Barcelona por la tardes.- me dijo sonriente mientras se acariciaba tímida el pelo.
Ayer le envié un mensaje para reunirme con ella. Y me dijo que me esperaba. No me dijo en cuál.
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